Llegado este punto sobra las palabras. Primeramente porque las fotos hablan por si solas, segundo que mucha clase de pescado no lo sé ( no soy vendedor ni pescador, jajajaja ) y tercero, para qué decir algo cuando cada cual se puede hacer una idea de la belleza.
Si quiero hacer un inciso aquí. No sé si volveré a ver a esta mujer, espero que si porque quiero volver a Pontevedra, ojalá me la vuelva a encontrar porque su amabilidad fue maravillosa. Me dio una concha de vieira, pero para mi sorpresa, otro día me la encontré en la calle Michelena ( Pontevedra ) y nos estuvimos saludando como si nos conociésemos de siempre.... ¡ Cómo vuelva, la visitaré , Gracias, señora. !
También quiero hacer mención a otra mujer cuyo puesto de pescado está fuera de este recinto y que su conversación fue formidable y también me regaló dos conchas de ostras grandes. ¡ Gracias, señora !.
El puesto de pescado de la mujer me encantó.
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